DIÁLOGOS DE MEDIANOCHE CON ARCADI ESPADA
«Internet ha hecho mucho más por la solidaridad humana que cualquier ONG»
– El escritor catalán criticó el periodismo actual y habló sobre el futuro en la red
DIÁLOGOS DE MEDIANOCHE CON ARCADI ESPADA
«Internet ha hecho mucho más por la solidaridad humana que cualquier ONG»
– El escritor catalán criticó el periodismo actual y habló sobre el futuro en la red
La posibilidad de que cualquier persona pueda publicar en Internet con suma facilidad sus opiniones sobre cualquier cosa es algo que inquieta a muchos.
Desde este pasado verano están llegando señales desde el Parlamento Europeo de una voluntad de controlar lo que se dice en los weblogs.
Quienes peor parecen llevar en los últimos tiempos el asunto de que cualquiera pueda escribir lo que le venga en gana y llegar con esa información a potencialmente todo el mundo son algunos políticos.
LA REVOLUCION DE LOS USUARIOSPublicado el 12/10/2008 en LA VOZ DE GALICIA
La aparición en los últimos años de sistemas de publicación de weblogs o bitácoras, como Blogger o La Coctelera, por citar un par de ellos, han permitido que cualquier usuario de ordenador sin ningún tipo de conocimiento técnico pueda publicar y mantener contenidos en Internet, hasta el punto de que la enorme facilidad de crear y mantener espacios de este tipo ha hecho que su número se multiplicara rápidamente y hoy se cuentan unos 120 millones de weblogs en Internet, aunque muchos de ellos están inactivos.
Pronto los buscadores comenzaron a valorar muy positivamente estos contenidos creados por los usuarios, colocándolos muy arriba en los resultados de las búsquedas, lo que se convirtió en una sorpresa más bien desagradable para muchas empresas, medios de comunicación y políticos.
Y es que de repente ya no era nada sencillo controlar lo que se decía de uno en la Red ni asegurarse de que la única información que circulaba con facilidad era «la versión oficial», algo especialmente importante cuando los usuarios, cada vez más, recurren a la Red para buscar información acerca de lo que les interesa.
Reacciones de todos los tipos
Las empresas hubieron de acostumbrarse a que sus clientes publiquen sus opiniones en Internet y a que a menudo estas páginas creadas por los ellos aparezcan antes en los buscadores que las creadas por las propias empresas.Muchas aún no saben muy bien cómo reaccionar a esto y optan por no dar señales de vida. Otras, equivocándose de plano, han optado por iniciar acciones legales contra los autores de ciertas páginas exigiendo su retirada, muy a menudo consiguiendo precisamente el efecto contrario al pretendido, ya que lo que suele suceder en estos casos es que esa información se ve reproducida en numerosos otros sitios. Algunas, sin embargo, han sabido adaptarse más o menos rápidamente a esta nueva situación, e incluso se han visto casos de colaboración entre empresas y usuarios a la hora de mejorar un producto, como por ejemplo los robots de Lego MindStorms, casos en los que todo el mundo gana.Los medios de comunicación, que no necesariamente los periodistas que los hacen, por su parte, también han tenido que tragarse una medicina más bien amarga cuando han visto cómo los ciudadanos de a pie se ponían a producir su propia información, en muchas ocasiones más precisa que la que aparece en estos medios, o como estos mismos ciudadanos vigilan y matizan lo que se dice en los medios tradicionales desde sus espacios en Internet.Igual que en el caso de las empresas que venden productos o servicios, los medios han pasado por varias etapas en su relación con los weblogs y sus creadores, empezando por ignorarlos en un primer momento, por denostarlos y poner en duda su credibilidad en una segunda fase, por ir reconociendo poco a poco y a regañadientes sus méritos en una tercera fase, y finalmente, al menos hasta ahora, por reconocer la importancia de los contenidos creados por los usuarios y adoptarlos de forma más o menos entusiasta y convencida.Políticos e InternetPero quienes peor parecen llevar en los últimos tiempos el asunto de que cualquiera pueda escribir lo que le venga en gana y llegar con esa información a potencialmente todo el mundo son algunos políticos.Dejando aparte sus intentos por controlar y poner freno a los distintos sistemas de intercambio de archivos a instancias de diversas entidades de gestión de derechos de autor, algo que por ahora parece condenado al fracaso y que en cualquier caso daría para escribir varias páginas al respecto, desde este pasado verano están llegando señales desde el Parlamento Europeo de una voluntad de controlar lo que se dice en los weblogs.Poco antes de las vacaciones de verano del Parlamento, la europarlamentaria estonia Marianne Miko proponía la creación de un registro voluntario de bloggers en el que se registraría la identidad de los autores, sus intereses políticos o sociales y la responsabilidad social de estos, argumentando que no se puede saber si lo que dice un blog es cierto y que hace falta saber las posibles motivaciones del blogger , como en contraposición a los medios tradicionales, que los políticos parecen querer asumir que nunca se equivocan ni que tienen intereses más allá de informar al público.Esta propuesta fue desestimada a finales del pasado mes, pero ello no ha sido óbice para que se siga hablando de ella y que Mikko y otros políticos hayan seguido mencionando la necesidad de regular los blogs y su funcionamiento, algo que personalmente me parece terriblemente equivocado.Y es que puede que yo peque de inocente, pero personalmente el que cualquiera que esté al lado adecuado de la brecha digital pueda publicar lo que quiera me parece uno de los mayores avances que nos ha traído la tecnología en los últimos años, aunque esto no quiera decir que piense que amparándose en el anonimato que ofrece Internet cualquiera pueda decir impunemente cualquier cosa, aunque este tema también daría para otra página.
Publicado en la revista TIEMPO.
SIN BLOG NO EXISTES
Políticos, músicos, cineastas, deportistas, gente corriente… Todo el que es alguien o quiere serlo dispone de una bitácora para contar su vida.
Borja de la Lama
(PD).- Cualquier método es bueno para que los separatistas se hagan notar en el ámbito internacional. Primero fue el Freedom for Cataluña, ahora es la manipulación burda de las imágenes cedidas a Google Earth por el Instituto Cartográfico de Cataluña, adscrito a la Generalidad.
En esas imágenes se presenta a Cataluña con una tonalidad diferente a la del resto de España, de manera que es claro y notorio el intento de diferenciarlo como si fuera otro territorio, según publica lanacion.es.
Google culpa al organismo cartográfico regional de la diferencia de las imágenes, que fueron enviadas en un formato que llevaba un filtro diferente. Habitualmente la multinacional informática recibe los contenidos para actualizar la información, y entonces lleva a cabo una homogeneización de las imágenes para que todas las zonas presenten las mismas características.
Sin embargo, en este caso ese paso técnico no se ha producido, habría que saber ¿por qué?. No sería la primera presión de organismos catalanes sobre empresas privadas, recordemos el caso del deporte.
Al margen de esto la responsabilidad última de las fotografías es del propietario del copyright, este pertenece al Instituto Cartográfico de Cataluña, que pertenece al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalidad. Un organismo público, financiado con dinero público, que solamente debería ocuparse de los asuntos de su competencia.
El uso para intereses particulares de los partidos de los organismos públicos es un mal vicio. Vicio propio de los nacionalismos. Una cosa es que nos vayamos acostumbrando a los excesos nacionalistas. Otra que no exijamos al Gobierno que actúe, en cumplimiento de sus obligaciones, y envíe la información real para que el mundo sepa lo que sí es y lo que no es España.
Cataluña no es España en Google Earth: expertos en teledetección por satélite no se explican por qué la región aparece tan diferenciada del resto del país
Según los expertos en teledetección por satélite consultados por El Confidencial Digital, la última actualización de la zona de Cataluña en el programa Google Earth sorprende por la curiosa tonalidad de las imágenes en esta zona. Ese material ha sido facilitado por el ‘Institut Cartografic de Catalunya‘, adscrito al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat.
Y la tonalidad de esas instantáneas sugiere a estos expertos que ha podido darse una manipulación que «da la sensación óptica y psicológica de diferenciación» con respecto a otras zonas circundantes.
El programa informático muestra las fronteras entre países en color amarillo así como la definición de la línea de costa mediterránea. La frontera pirenaica se muestra también amarilla. Pero no ocurre lo mismo con los límites regionales de Cataluña con Aragón o Valencia al tratarse de zonas de un mismo país. Sin embargo, la tonalidad marrón de las imágenes hace pensar en que se trata de una diferenciación «sutil», orquestada por los mismos que han facilitado esas instantáneas, «una distinción que queda en la retina de quien lo ve», afirman. De hecho, Google Earth marca los problemas territoriales en sus mapas con líneas de color rojo –se puede ver así por ejemplo en el paralelo 27´40 que separa el Sahara occidental de Marruecos o los terrenos disputados en Pakistán con India-.
Efectivamente, con Google Earth las tonalidades de las imágenes que se recogen de otras partes del mundo hay una serie de franjas de distinto color. Son las pasadas que en su momento ha realizado el satélite. Según los expertos esto se debe a múltiples posibilidades, como pueden ser el tipo de película o soporte digital que se emplea, el tipo de espectro con el cual se está obteniendo las imágenes, si se han empleado infrarrojos, el color del terreno, si es una imagen monocroma, si se ha usado o no aparatos de apertura sintética, la estación del año en el que se captaron, las condiciones climatológicas, etc. El siguiente paso para homogeneizar las imágenes es el tratamiento informático de las imágenes para solventar las diferentes tonalidades del terreno.
Esto se puede constatar en Europa. Alemania se muestra más verde que los países fronterizos, pero en toda Alemania –no sólo un Lander– las tonalidades se diferencian con ciertos matices pero «no tan exagerados como en el caso de Cataluña», se explica.
El caso de las imágenes que ahora aparecen de Cataluña apunta a que habrían sido obtenidas en invierno o en una época determinada del año que «no implica homogeneidad», se asegura, ya que la zona pirenaica se mostraría nevada. Se diferenciaría por el color blanco o verde oscuro de la cuenca del Ebro con sus cultivos de regadío. La parte más seca de Cataluña próxima a Aragón, en cambio, se reflejaría en tonalidades marrón claro.
ECD se ha puesto en contacto con Google España para pedir una explicación sobre el particular colorido de las imágenes por satélite de Cataluña. Un portavoz oficial ha asegurado que los contenidos o imágenes no son suyas sino de los diferentes proveedores y que, para el caso de Cataluña, no existe una voluntad de tipo político que sugiera estas diferenciaciones territoriales. Se desconocen las condiciones en las que fueron obtenidas las imágenes del caso en concreto, aunque explican que las fotografías que se ofrecen a través de Google Earth dependen de quien es propietario del ‘copyright’. Y confirma que para el caso de Cataluña la propietaria de las imágenes es el ‘Institut Cartografic de Catalunya’.
Vea aquí tres imágenes en las que se puede apreciar las diferentes tonalidades de la zona de Cataluña:
Juan E. Pflüger.- Cualquier método es bueno para que los separatistas se hagan notar en el ámbito internacional. Primero fue el Freedom for Cataluña, ahora es la manipulación burda de las imágenes cedidas a Google Earth por el Instituto Cartográfico de Cataluña, adscrito a la Generalidad.
En esas imágenes se presenta a Cataluña con una tonalidad diferente a la del resto de España, de manera que es claro y notorio el intento de diferenciarlo como si fuera otro territorio.
Google culpa al organismo cartográfico regional de la diferencia de las imágenes, que fueron enviadas en un formato que llevaba un filtro diferente. Habitualmente la multinacional informática recibe los contenidos para actualizar la información, y entonces lleva a cabo una homogeneización de las imágenes para que todas las zonas presenten las mismas características.
Sin embargo, en este caso ese paso técnico no se ha producido, habría que saber ¿por qué?. No sería la primera presión de organismos catalanes sobre empresas privadas, recordemos el caso del deporte.
Al margen de esto la responsabilidad última de las fotografías es del propietario del copyright, este pertenece al Instituto Cartográfico de Cataluña, que pertenece al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalidad. Un organismo público, financiado con dinero público, que solamente debería ocuparse de los asuntos de su competencia.
El uso para intereses particulares de los partidos de los organismos públicos es un mal vicio. Vicio propio de los nacionalismos. Una cosa es que nos vayamos acostumbrando a los excesos nacionalistas. Otra que no exijamos al Gobierno que actúe, en cumplimiento de sus obligaciones, y envíe la información real para que el mundo sepa lo que sí es y lo que no es España.