La red sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de nuestros políticos, y en concreto, para el equipo que gestiona la cuenta @MarianoRajoy. En este blog ya hemos analizado diversas «cagadas 2.0» del Community Manager de Mariano Rajoy (y también del equipo de Rubalcaba), que han servido como fuente de inspiración para los agudos y mordaces tuiteros. Al fin y al cabo, es lógico que Eduardo Baeza, quien en el evento «Cómo apagar fuegos en la red» confesó no tener cuenta de twitter (hasta entonces), desconozca las reglas del juego, y de cómo comunicarse adecuadamente en esta red. No obstante, hay que decir en su favor que ya está en twitter con su cuenta personal, y comprobando sobre el terreno cómo funciona esta red.
Hoy tenemos un nuevo caso en twitter, que ha llegado a ser Trending Topic no solo en España, sino también a nivel mundial, con el hashtag #avatarmariano.
Podemos explicar este fenómeno gracias a la combinación de varios factores: Programa electoral + Halloween + broma + twitter + precampaña electoral + efecto Streisand.
La presentación del programa electoral del PP en plena víspera del día de Halloween, más un departamento de comunicación 2.0 que ha estado poco hábil a la hora de gestionar una pequeña crisis (algo ya habitual), han sido el caldo de cultivo perfecto para que #avatarmariano sea Trending Topic en Twitter este lunes.
A lo largo del día, y a medida que se iban anunciando las medidas del programa electoral popular, algunos tuiteros habían cambiado su foto de perfil (avatar) por una caricatura del líder del PP para mofarse de las medidas electorales anunciadas de cara a las elecciones generales. La iniciativa seguramente se hubiese quedado en mera anécdota, pero el equipo de comunicación 2.0 del PP, con ánimo de atajar el problema, rompió una de las reglas básicas de Internet, «no alimentar al troll«, pidiendo a varios usuarios que eliminaran la foto, dando impulso a éstos para continuar con la broma.
Esta petición parece haber provocado una reacción en cadena por toda la red social, en donde ha surgido el hashtag #avatarmariano a través del cual muchos han compartido su cambio de look tuitero. «Propongo hacer #avatarmariano TT en solidaridad con @SoyElPutoAmo_, se lo merece. Y ponernos el avatar, claro XD», proponía entonces un usuario. «Ponga un mariano en su vida», le seguía otro, ya con el avatar cambiado. La viralidad de la red ha hecho el resto. En tan solo un par de horas cientos de usuarios han cambiado su avatar y han unido su conversación bajo el hashtag #avatarmariano.
Antes de las 13:00 horas, #avatarmariano ya se había convertido en una tendencia en España y poco después lo era en todo el mundo, gracias a lo que en twitter se llama «efecto Streisand«: un intento de censura u ocultamiento de cierta información fracasa o es incluso contraproducente para el censor, ya que ésta acaba siendo ampliamente divulgada, recibiendo mayor publicidad de la que habría tenido si no se la hubiese pretendido acallar.
Aprovechando Halloween, los usuarios han decidido ‘disfrazarse’ de Rajoy para celebrar esta fiesta, aderezándolo, como suele ser habitual en los tuiteros con frases irónicas, sarcásticas o críticas.
A las 17:00 horas, y a la vista de la reacción generada, el equipo 2.0 decide, siguiendo instrucciones de Rajoy, aceptar la broma, y no seguir echando gasolina al fuego, con este afortunado mensaje apaciguador que logra reconducir la situación:
A pesar de la disculpa (aceptación) de la broma twittera, el ‘hashtag’ #avatarmariano no ha dejado de engordar a lo largo de la jornada, hasta el punto que ya se habían creado listas con los mejores ‘Mariano Rajoy’ confeccionados por los usuarios: Rajoy-papá pitufo, Rajoy-Darth Vader, Rajoy-hippy…
De toda esta anécdota, espero que los C.M. de Rajoy hayan extraído algunas conclusiones:
– No alimentar al troll.
– No intentar influir a los usuarios para que cambien sus avatares o sus tuits.
– Tomarse las bromas siempre con sentido del humor, uniéndose a ellas.
Quizás para el 20N hayan logrado aprender a comportarse razonablemente en el entorno 2.0, y espero que sigan haciéndolo después. Si no, aún están a tiempo para contratar a los que realmente conocemos el «modus vivendi» tuitero.
Luis Fernández del Campo (@luisfernandez)