Que nuestros políticos son unos aprendices en el mundo de las redes sociales, y de la política 2.0, es un hecho más que conocido. Y cada día nos lo demuestran.
Es evidente que todos los que utilizamos las redes sociales nos podemos equivocar, y es nuestro deber aprender de nuestros errores para ir mejorando la comunicación en las redes. Aún más fácil sería aprender de los errores ajenos, gracias a la rápida difusión de lo que en el mundo de la formación llamamos «casos de estudio», y que en el argot popular llamamos «cagadas» 2.0. Lo que sobrepasa mi capacidad de asombro es que algunos, ni aún así, aprenden.
Hoy tenemos un nuevo caso de estudio, en la línea del #prostituit del PP, los #puntosrubalcaba del PSOE, que están animando nuestras pantallas esta tarde, gracias al Programa de Puntos del candidato socialista.
Según cuenta El Economista, primer medio digital en comentar la noticia, «el candidato Rubalcaba reparte regalos a cambio de fidelidad y promoción». Que los políticos le han dado una especial importancia a las redes sociales de cara a la campaña electoral es notorio, ya que unfollower puede significar un voto y ellos lo saben. Por eso, Alfredo Pérez Rubalcaba, @conRubalcaba en la redes sociales, ha instaurado un sistema por puntos con el que dar regalos a sus seguidores en función del respaldo que le brinden en las redes sociales.
El sistema es simple: sólo hay que inscribirse en la web www.Rubalcaba.es, desde la cual se puede compartir información, vídeos o fotos. Así, «cuanto más compartas en Facebook y Twitter más puntos obtendrás y podrás canjearlos por regalos promocionales de Rubalcaba».
Los regalos a los que se pueden aspirar van desde un cacao para labios de 250 puntos hasta una taza térmica de 1.700 puntos. El resto de regalos son un vaso termo por 1.600 puntos, un cuaderno Moleskyne, un polo o una taza «irrompible». Eso sí, todo en rojo y blanco y con el lema «Rubalcaba, Sí», siempre presente en los actos del candidato del Partido Socialista.
Poca confianza demuestra el equipo de Rubalcaba en el interés que suscitan las propuestas de su programa electoral, una confianza que es inferior a 3 euros, el precio por el que podrías adquirir uno de sus vasos de merchandising. ¿Cuántos puntos serían necesarios para conseguir un puesto de trabajo?
Reacción en twitter
En breves instantes, se traslada el debate sobre la campaña a twitter, donde se inicia una carrera a ver «quién la dice más gorda», y se compara con la ya famosa del #prostituit. Al principio, y a falta de otro hashtag, se comenzó a utilizar el ya conocido #prostituit, ya que muchos tuiteros lo consideraban semejante; pero a partir de las 19:30 el nuevo hashtag #puntosRubalcaba supera al anterior, y parece consolidarse, iniciando su camino hacia el Trending Topic ¿lo logrará, como ya pasó con #prostituit? (ver comparativa en Topsy.com).
Mientras sigue el debate jocoso en twitter, con ambos hashtags, la prensa digital continúa difundiendo la noticia, incluyendo una mención a las reacciones en twitter: EL PAIS, PUBLICO, EL MUNDO… y finalmente el equipo que gestiona la cuenta de @ConRubalcaba tuitea para aclarar el asunto:
No estoy seguro si a estas horas ya se les estaba pidiendo explicaciones a los gestores 2.0 de Rubalcaba, pero estos tuits me recuerdan a aquella vieja expresión que dice «excusatio non petita, acusatio manifiesta». Lo que sí tengo claro es que, con independencia de estos tuits explicativos, los tuiteros siguen con ganas de sacarle punta a esta promoción, y ya de paso ver si con las jocosas menciones a @ConRubalcaba logran el bálsamo labial (250 puntos) o el cuaderno Moleskine (auténtica reliquia fashion 1.0). Mientras los blogueros vamos publicando nuestros posts, os animo a echar un vistazo a la red, con «animus jocandi», y pasar un buen rato, pensando en estas cuestiones:
¿Para qué hacer un programa electoral, pudiendo hacer un programa de puntos?
¿Así considera el PSOE a sus votantes, y a sus seguidores en las redes, como meros consumidores?
¿Es lo mismo pedir prestado el twitter y el facebook, que pedir que compartan tus contenidos a cambio de regalos?
¿Es esto también prosti-tuit-ción de las redes?
La respuesta… en twitter. Más variada, y más creativa.